Audiometría Extendida de Alta Frecuencia: ¿Para qué sirve?

Uno de los pilares de la audiología es la noción de “audición normal”, como lo muestra la audiometría de tonos puros. Sin embargo, los profesionales de la salud auditiva saben que los audiogramas no evalúan ni predicen todos los aspectos de la audición, en particular cuando se trata de la evaluación de la audición en ambientes ruidosos y desafiantes.

En efecto, la complejidad de la percepción del habla supra-umbral es difícil de predecir a través de la simple detección de tonos puros.  La detección precoz y el tratamiento adecuado de la pérdida auditiva son fundamentales para minimizar su impacto en la comunicación.



La audiometría de alta frecuencia evalúa umbrales desde los 9000 hasta los 16000 o 20000 Hz. Esta parte de la cóclea es la primera que sufre daños cuando se afecta el oído.

Mitos de la audición en altas frecuencias

El audiograma siempre ha sido el caballo de batalla de la audiología, y le ha sido muy útil. ¿Entonces, para qué molestarnos con la audiometría de alta frecuencia? Estos son algunos mitos comunes:

♣  “Hay poca energía en la señal por encima de 8 kHz.” 

La mayoría de los mamíferos utilizan las altas frecuencias. Podemos utilizar las altas frecuencias para distinguir sonidos del habla, y podemos utilizar esa energía en circunstancias desafiantes, como en salones ruidosos y muy reverberantes (J Acoust Soc Am. 2015; 137[1]:EL65).

♣  “Los umbrales en altas frecuencias no son confiables.” 

Las mediciones de confiablidad, aún en niños, muestra que los oyentes tienen un buen desempeño tanto al juzgar umbrales de altas frecuencias así como en el rango frecuencial convencional (Ear, Hear. 1996;17[1]:1).

♣  “Los auriculares/audiómetros solo trabajan hasta 8 kHz”. 

Los audiómetros modernos permiten examinar hasta 12.5 kHz por lo menos. Si actualizamos nuestro equipo, se debe buscar un audiómetro con una capacidad hasta 16 kHz (20 kHz para población pediátrica). Las normas para la audición en altas frecuencias están disponibles en auriculares profesionales (ej. Interacoustics DD 45; Sennheisser HD 280; Int J Audiol. 2010;49[11]:850).

Uso y beneficio de la audiometría de alta frecuencia

•  Tinnitus: La audiometría de alta frecuencia es una prueba audiológica importante y complementaria en la evaluación diagnóstica de pacientes con tinnitus, especialmente cuando el audiograma hasta 8000 Hz es “normal”. Tiene, además, un valor terapéutico dentro de la consejería de la etiopatogénesis del tinnitus con un promedio tonal audiométrico (PTA) normal, pero con umbrales auditivos en alta frecuencia disminuidos (BioMed Rearch Intern.2015).

•  Pérdida auditiva inducida por ruido: La pérdida auditiva por exposición al ruido es un desorden irreversible y un problema común en ambientes industriales. El diagnóstico temprano de la pérdida auditiva puede ayudar a prevenir  su  progreso, especialmente en frecuencias del habla. La audiometría de alta frecuencia es más sensible que la audiometría convencional en la detección de pérdida auditiva por exposición al ruido. Adicionalmente, es de ayuda en la prevención de pérdida auditiva en frecuencias más bajas, especialmente las relacionadas con el habla.

•  Ototoxicidad: El cisplatino, utilizado en pacientes con cáncer, puede causar daño permanente de la cóclea y, en consecuencia, llevar a una hipoacusia neurosensorial irreversible. La audiometría de alta frecuencia es considerada un método confiable en el monitoreo y diagnóstico temprano de signos asintomáticos de ototoxicidad.

•  Usuarios de dispositivos de escucha personales: En un estudio realizado por Poornima Kumar y colaboradores, se observaron  umbrales audiométricos disminuidos en 10 y 13 kHz en usuarios de dispositivos de escucha personales que los usaron por más de 5 años. Los autores concluyeron, por lo tanto, que la audiometría de alta frecuencia puede ser utilizada en la detección temprana de pérdida auditiva en los usuarios de estos dispositivos.

♣  Pérdidas auditivas ocultas 

Existe amplia evidencia que muestra que cuando se pierde la audición en altas frecuencias también se pierde una óptima audición (Audiology. 1981;20[4]:347; Ear Hear. 1996). La audiometría de alta frecuencia puede ser la única y más importante fuente, y el índice de medición más sencillo, de la pérdida auditiva oculta (incluyendo la sinaptopatía coclear), la cual se manifiesta con dificultades de escucha en ambientes ruidosos, a pesar de tener un audiograma convencional dentro de límites normales (PLoS One. 2016;11[9]:e0162726:Ear Hear. 2015;36[1]:24).

Si usted tiene dificultades para escuchar en ambientes ruidosos consulte a su Audiólogo de confianza!

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